El acto de bañarse o ducharse es una acción que tiene ciertos riesgos. Voy a enumerar algunas dificultades que podemos encontrar al ducharnos:
- Suelos resbaladizos y/o miedo a caerse.
- Hay que adoptar posturas inestables, como por ejemplo, agacharse para lavarse los pies y estar en equilibrio sobre una sola pierna.
- Se debe aguantar un rato largo de pie, lo que puede producir fatiga o mal estar.
Para minimizar estos riesgos y hacer un baño más seguro se podrían utilizar sillas para la ducha.
Algunos ejemplos de sillas, son:
Silla para ducha con respaldo y reposabrazos:
Recomendado para una persona con dificultades en el control postural.
Silla plegable:
Esta silla plegable es ideal para personas que comparten la ducha con otros que no van a utilizar el asiento.
Asiento abatible:
Se puede plegar contra la pared cuando no se este utilizando para ahorrar espacio.
Como necesita una instalación, recomiendo tener en cuenta:
- El lugar donde colocarlo: que la persona pueda alcanzar desde ahí todo lo que necesite para el aseo.
- La altura del paciente y que le resulte lo más cómodo posible.
Silla giratoria para bañera:
Y por último os dejo también como ejemplo una silla para la bañera:
Importante tener en cuenta las medidas de las patas y de los bordes de la bañera para que la silla apoye con seguridad.
| Artículo realizado por: Irene Díaz, Terapeuta Ocupacional. Saber más sobre mí |
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