El equipo de otorrinolaringólogos de la Clínica Universidad de Navarra ha realizado ya con éxito el procedimiento en seis pacientes, «sin ningún tipo de complicaciones quirúrgicas».
El implante Bonebridge consta de dos componentes. El primero es un dispositivo subcutáneo (colocado bajo la piel) situado detrás de la oreja y el segundo, un procesador de audio externo encargado de captar las ondas sonoras. Estas señales se transmiten, a través de la piel, al implante interno que a su vez consigue conducirlas al hueso y, por medio de él, al oído interno del paciente.
La importancia de la utilización de anestesia local en estas intervenciones, con el paciente totalmente consciente, estriba, en primer lugar, en una reducción de los riesgos que la anestesia general supone para el intervenido.
Además, convierte la cirugía en un procedimiento de carácter ambulatorio, sin necesidad de ingreso hospitalario, lo que contribuye a disminuir los costes del procedimiento.
Noticia original: Europapress