La memoria es más compleja de lo que parece a simple vista. Son muchos los estudiosos que la han analizado y no siempre se han puesto de acuerdo a la hora de describirla.
De las capacidades que nuestro cerebro posee, la memoria es una de las más importantes ya que permite que quede fijada aquella información relevante y necesaria para relacionarnos con nuestro entorno. Sin ella poco podríamos decir de nosotros mismos; ni siquiera nuestro nombre, ni si estuvimos en este o aquel sitio, ni tampoco cuándo nacimos, ni de dónde somos.
En realidad, la memoria es nuestra identidad. Por desgracia, no es difícil imaginar cómo sería nuestra vida sin ella, ya que podemos verlo en las personas afectadas por los distintos tipos de demencia.
Pero la memoria no sólo permite conocernos a nosotros mismos, sino que también es el almacén que alberga todos los conocimientos del mundo que tenemos y la que nos permite trabajar con ellos para alcanzar el éxito cada vez que se nos plantea un obstáculo.
CÓMO TRABAJAR LA MEMORIA
Ahora os voy a presentar una serie de ejercicios para trabajar la memoria.
El objetivo es utilizar más la cabeza, entrenar más el «músculo» que está dentro de ella y conseguir sentirnos más lúcidos y despiertos mentalmente.
Se ha demostrado que un ejercicio constante de las capacidades cognitivas ayuda a paliar el efecto de las demencias, retrasando su evolución o consiguiendo que se manifiesten más tardíamente.
Por otra parte, y dejando de lado el componente preventivo, dar solución a retos cognitivos es placentero de por sí y ayuda a pasar un buen rato cuando disponemos de tiempo libre.
¿ESTÁS PREPARADO?
Os voy a explicar una de las técnicas utilizadas para poder recordar con más facilidad: LA CATEGORIZACIÓN, o agrupación de los elementos en grupos significativos.
Supongamos que tenemos que recordar las siguientes palabras:
Escuela
Gato
Calendario
Canario
Agenda
Ordenador
Tostador
Libro
Sardina
Intenta recordar todas estas palabras sueltas. Es una tarea complicada, ¿verdad?
Por eso hacemos uso de la categorización, incluyendo las palabras en conjuntos que sigan unos criterios que las relacionen.
Por ejemplo, en este caso podríamos formar el conjunto de “objetos que se encuentran en una escuela” (calendario, agenda, ordenador y libro) y el conjunto de “seres vivos susceptibles de ser cocinados con un tostador” (canario, gato y sardina).
Aunque a veces el criterio que adoptemos sea un poco absurdo, esto no interferirá a la hora de recordar, más bien al contrario, ayudará a rememorarlo todo con mayor facilidad.
Otra de las muchas técnicas utilizadas para recordar, es LA VISUALIZACIÓN:
Supongamos que tenemos que recordar las siguientes palabras con el mismo orden en que se presentan:
Cama
Reloj
Desayuno
Tomate
Leche
Puerta
En este caso son pocas palabras y quizá nos resultaría más fácil memorizarlas que en el ejercicio anterior, pero sólo las recordaríamos con seguridad a corto plazo. Si nos lo preguntaran pasadas unas horas, es más probable que nos acordemos de ellas si utilizamos la técnica de VISUALIZACIÓN O TÉCNICA DEL RELATO, en la que nos vamos a imaginar una historia que enlace todas las palabras, por ejemplo esta:
Me levanté de la cama, miré el reloj y era la hora del desayuno. Tomé un zumo de tomate y un vaso de leche. Luego abrí la puerta y me marché.
Como ves, la “chuleta” o “nota”, no es la única solución para afrontar una prueba de memoria. Intenta aplicar estos métodos, ejercitarás más tu cerebro e irás obteniendo cada vez mejores resultados.